Hay personas, a veces amigos, que no aportan nada bueno a nuestras vidas. Personas que sólo saben criticar y ver lo malo en los demás. Son personas llenas de rabia, rencor y envidia.
Y, si te reconoces como una persona negativa, que siempre ve problemas en todo y sientes que todos están siempre en tu contra: intenta calmarte. Una vez lo logres podrás ver las cosas con mayor objetividad, hacerte cargo de tus emociones y no enojarte con las personas que en su momento se alejaron de ti.
Tú al igual que yo, somos dueños de nuestros actos. Has tomado decisiones que te han llevado a donde estás y a ver las cosas como las ves. Debes asumir que tus decisiones tienen consecuencias sobre tu vida y tu visión de la vida. Todo puede cambiar, pero depende de ti y no de los demás. Tú puedes escoger salir de esa amargura que no te deja ver la luz del sol.
Siempre tenemos la opción de elegir: si vivir amargadamente o intentando ser felices.
Podemos pasar por momentos de rabia, rencor y envidia… pero esas emociones no deben albergarse en nuestro corazón de forma permanente, deben ser sólo pasajeras, deben quedar atrás. Es necesario que controlemos esas emociones negativas y todo lo que llevamos dentro de nuestro interior.
Nuestra libertad es tan grande como el infinito de las estrellas, y por lo tanto ya sabes que todo está en tus manos.
Intenta vivir feliz, que tu luz te ilumine en tus días oscuros. Sólo tú puedes hacerlo.
Tú decides ser feliz, tener amistades que aporten a tu vida y no que te estén restando.
¿Y tú, qué escoges?