"BASLE MI SANGRE Y MI ALMA", refleja la historia de amor vivida por Mozart y María Thekla, olvidada por algunos biógrafos de la época. En sus cartas Mozart expresa esa experiencia como momentos llenos de amor, pasión e impedimentos. A pesar, de qué su vida es acompañada por otra mujer...María jamás fue desprendida de su alma y de su vida, hasta su fallecimiento.
Un maestro de la música, un erudito de las partituras, un ejemplo para los que tuvimos el privilegio de estudiar piano y saber de su vida, en el Conservatorio de Música. Pero también, nos demostró que mucha de su inspiración artística, provenía del amor de María, una mujer llena de amor y fortaleza, que jamás fue olvidada por el corazón de un hombre.
Ser una mujer fuerte o con fortaleza...
Porque puedes ser fuerte practicando deportes para mantenerte en forma, no temiéndole a nada ni a nadie, no aceptando que nadie te quite lo mejor de ti, aceptando tus errores y evitarlos en el futuro, andar por la vida confiada y a pasos seguros, que tu expresión refleje seguridad en ti misma, creyendo que tienes las fuerzas suficientes para viajar por la vida, en la búsqueda de un hombre fuerte que incremente la tuya, enseñándoles a tus hijos como lograr el éxito, porque todo ésto conlleva fuerza.
Con todo lo descrito y con la experiencia, que fueron demasiadas desde joven, opté por ser una mujer de fortalezas, quien se arrodilla a rezar, para mantener su espíritu y alma en forma.. quien demuestra su valor a pesar de su temor..la que entrega lo mejor de sí misma a todos, día tras día..quien ha aprendido que los errores cometidos también son parte de las bendiciones del Creador y que El me ayuda a levantarme cada vez que me caiga y que todo error es lección de vida..la que refleja en su rostro serenidad y gracia..la que se convierte en fuerza para ser invencible a su hombre y, la mujer que enseña a sus hijos a perseguir el amor y la virtud.
Será eso sabiduría?...En algún escrito leía que las mujeres nos vamos haciendo invisibles, que nuestros roles en la vida cotidiana declinan y que nos vamos volviendo inexistentes para un mundo, en donde hoy con más fuerza, cabe sólo la energía de los jóvenes años. No sé sinceramente, sí me habré vuelto invisible para este mundo, puede que sí, sin embargo, nunca fui tan conciente de mi existencia como ahora, tan protagonista de mi vida, y nunca disfruté tanto de los momentos de dicha, amor y pasión como ahora . Sólo estoy en esa etapa, en medio de la juventud y la vejez, aquella faceta que le llaman "los mejores e interesantes años de una mujer".
Ciertamente les aseguro, que he descubierto al ser humano que soy, con sus miserias y grandezas, que puedo permitirme el lujo de no ser perfecta como muchos jóvenes tienden a pensar que son, de estar llena de defectos, de tener mis debilidades, de equivocarme, aceptar que he hecho cosas indebidas, de no responder a las expectativas de muchos. Y a pesar de todo esto, a quererme mucho!.
Cuando estoy por asistir a alguna reunión social o ir a bailar, me paro frente a un espejo que hay en mi habitación y reflexiono pensando que hace mucho tiempo dejé de buscar a la que fui, sonriendo a la que ahora soy. Me alegro del camino recorrido, asumo mis contradicciones. Siento que debo saludar a la joven que fui, con cariño y agradecimiento y dejarla a un lado porque ahora me estorba. Su mundo de fantasías y sueños utópicos hoy son irrelevantes para mí. Pero sí le agradezco, los momentos de alegrías, oportunidades para abrirme en mis metas, su mente abierta para aceptar principios y valores que hoy, son parte de mí.
He logrado ser una mujer de fortalezas...porque la vida es tan corta y el aprendizaje de saber como vivirla es tan difícil, que cuando ya comienzas a aprender de ella, hay que morirse y yo.....anhelo seguir creciendo y aprendiendo de ella ahora que me siento más viva que nunca!!
Sí,una mujer sabia acepta eso y mucho más......!!
Mi esperanza es que ustedes, mujeres de hoy y aún jóvenes, logren con mis reflexiones encontrar ese punto de equilibrio y comunión con su esencia, valores y pensamientos,
"Qué, cuando lleguen a la etapa final del camino de la vida. Sientan en sus espíritus ese goce sublime de haber apreciado vivirla desde el fondo de sus entrañas".